Desde Alianza por la Solidaridad-ActionAid, Malvaluna y el Movimiento de Mujeres Migrantes de Extremadura subrayamos la necesidad de una mayor formación e información dirigida a las mujeres migrantes que residen en Extremadura la comunidad para que sean ciudadanas con plenos derechos.
“Estas mujeres se enfrentan a una pérdida de identidad, quedan como en un limbo donde existen barreras institucionales para la regularización, cambios culturales, y también el racismo y la xenofobia, por lo que suelen aislarse y desvincularse del país de destino. Pero son ciudadanas de España y Extremadura, que aportan a este país, a esta región, y es ahí donde debemos fortalecer en el reconocimiento de su ciudadanía”, explica Marta Sánchez, coordinadora de Alianza por la Solidaridad-ActionAid Extremadura.
Por su parte, Tania Irías, coordinadora del Movimiento de Mujeres Migrantes de Extremadura, resalta la necesidad de conocer las “reglas del juego del país de destino no sólo para tener acceso a una vida digna y ejercer la ciudadanía activa, sino también para luchar contra los discursos de odio” que permean la vida de cada persona migrante que llega a España.
“Frente a los discursos de odio necesitamos que las mujeres migrantes estén informadas; sean conscientes de que migrar es un derecho humano. Que ser migrante no significa que pierdas tus derechos humanos, ni laborales, que hay recursos para luchar contra la explotación laboral y la falta de derechos”, indica Irías.
Reconocer el derecho al ejercicio de la ciudadanía
Para apoyar a las mujeres migrantes las organizaciones están implementando el proyecto “Ciudadanas: mujeres migrantes participan en la defensa de sus derechos” con la financiación de la Agencia Extremeña de Cooperación al Desarrollo (AEXCID).
Este proyecto incluye acciones formativas y participativas en el que ya han participado más de 60 mujeres migrantes residentes en Mérida, Don Benito y Almendralejo, la mayoría provenientes de América Latina y Marruecos. El proyecto también incluye el diseño de una guía de recursos públicos y privados para personas migrantes focalizada en los territorios de Mérida, Don Benito y Almendralejo; así como una campaña de sensibilización sobre el valor de las mujeres migrantes.
“El objetivo es el reconocimiento y el ejercicio de la ciudadanía de cada mujer migrante que participa en el proceso; en hacer eco de sus voces y demandas; en buscar soluciones tangibles que las ayuden en su proceso migratorio” dice nuestra compañera Marta Sánchez.
Por su parte Irías resalta la barrera del idioma como una de las principales a la hora de acceder a sus derechos más básicos.
“Por ejemplo, las mujeres marroquís tienen serios problemas con el idioma a la hora de recibir atención sanitaria, lo que vulnera gravemente sus derechos. Así, un amplio grupo poblacional queda excluido totalmente del sistema, aunque a ojos de la administración no sea tal esa exclusión. No hay quejas por escrito y hasta ahora las mujeres marroquís normalmente piden a otras mujeres que hablen español que las acompañen; esto hace que las mujeres solo acudan al sistema sanitario en casos de urgencia”.