Mujeres en Zona de Conflicto (MZC) trabaja en la región marroquí Tánger-Tetuán-Alhoceima desde hace 25 años, junto a numerosas socias locales. Mediante ese trabajo se implementan proyectos y programas de cooperación internacional y Acción Humanitaria para garantizar los derechos de las mujeres y las niñas, favoreciendo su empoderamiento individual, comunitario e institucional. Cabe destacar, intervenciones dirigidas a mujeres y niñas migrantes subsaharianas, cuyas condiciones extremadamente vulnerables, las abocan a un quebrantamiento continuo de sus derechos.
Mediante el proyecto “Fortalecimiento de los mecanismos de apoyo a la lucha contra la violencia basadas en el género sobre mujeres migrantes subsaharianas en el norte de Marruecos Fase II”, financiado desde hace ya 5 años por la Excelentísima Diputación de Cáceres, MZC y la Asociación local Genre et Développement Durable (AGDD) pretenden contribuir a la mejora de las condiciones de vida de las mujeres y las niñas migrantes de África Subsahariana en el norte de Marruecos.
En concreto, a través del Centro de Atención Integral para Personas Migrantes (CAIPM) gestionado por MZC y AGDD en la ciudad de Tánger, donde se brinda atención médica y psicológica, así como asistencia humanitaria a mujeres y a sus hijos e hijas. En el CAIPM son recibidas mujeres y menores de Costa de Marfil, Guinea, República Democrática del Congo, Camerún, Mali, Senegal, Nigeria, Gambia, entre otros. Mediadoras de Costa de Marfil y Guinea las acogen y explican los servicios de los que se pueden beneficiar y las derivan a la trabajadora social para una primera escucha. A partir de ese momento se analizan todas sus necesidades para poder realizar un plan de atención individualizado, incluyendo este una posible derivación sanitaria psicológica, ya que, en numerosas ocasiones, estas mujeres han sido víctimas de la violencia basada en el género.
Los países del norte de África, como Marruecos, se convierten en receptores de población subsahariana a causa de las políticas migratorias y la externalización de la frontera europea y carecen de la capacidad e intención de gestionar este flujo migratorio. Esto genera mayor vulnerabilidad en las personas migrantes, pudiendo ser víctimas de estafas y/o víctimas de redes de trata y explotación sexual y laboral, quienes se benefician de esta situación de movilidad humana.
El Centro de Atención Integral para Personas Migrantes se ha convertido en un referente para las personas que llegan por primera vez a la ciudad de Tánger, así como para aquellas a las que se ha acompañado desde hace varios años. La mayoría coinciden en que el CAIPM de MZC es un lugar seguro donde poder expresarse y al que dirigirse en caso de necesidad.
“A lo largo de los años, desde MZC hemos visto como muchas de nuestras beneficiarias han mejorado su situación socioeconómica en Marruecos, han continuado su ruta hacia el norte o, después de años en el extranjero, han decidido regresar a su país de origen. Es por todas ellas y por la convicción de que la movilidad humana es un derecho, que trabajamos día a día poniendo toda nuestra energía para acompañarles en la reclamación y restitución de sus derechos”.
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Este texto ha sido elaborado como parte de la campaña #DerechosParaTodas que promueve la agrupación Feministas Cooperando desde el proyecto: “Construyendo cooperación descentralizada feminista en Extremadura” financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aexcid).