La violencia sexual se caracteriza por el fenómeno del iceberg, es decir, que existe toda una base oculta de tipos de violencia sexual y sobre todo datos entorno a la misma creando una cifra oculta entorno a la violencia sexual debido a la dificultad en la denuncia. Además, el hecho de que gran parte de los delitos sexuales de menor gravedad no se reporten en las encuestas de victimización y de que, además, un porcentaje importante (en promedio, un 60,4%) de las víctimas de violación no identifican la experiencia vivida como un delito de esa naturaleza, confirman que la prevalencia de la violencia sexual y nuestro conocimiento sobre el alcance real del problema están notablemente subestimados. En los últimos años las noticas se han hecho eco de las nuevas formas y métodos usados para ejercer violencia sexual, mostrando así su mutabilidad a lo largo del tiempo y el aumento exponencial de la violencia sexual, en este caso nos centraremos en: la sumisión química, las agresiones grupales y la violencia sexual digital. – Se ha detectado una tendencia al alza de los casos de agresiones sexuales en grupo, pasando del 2,1% a un 10.5% en la última década. – El 100% de agresiones sexuales múltiples conocidas desde 2016 fueron perpetradas por grupos de varones. Las víctimas eran mujeres o niñas en el 96,7% de los casos (204 de las 211 agresiones). – El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses “constató” 3.001 agresiones sexuales en 2021 de las cuales se analizaron 994 y el 72 % dio positivo en encontrarse bajo sumisión química. Según los datos recogidos en el último informe del Observatorio de Violencia Digital, se han detectado 754 casos de violencia digital en el ámbito nacional. El sexting sigue siendo el delito mayoritario, seguido del ciberacoso, la publicación sin consentimiento de datos personales, imágenes y/o videos y el control y acceso a dispositivos tecnológicos, redes sociales y correo por parte de parejas. Estas situaciones nos obligan como trabajar en la información, sensibilización y formación contra las violencias machistas digitales por lo que la Asociación de Mujeres Malvaluna ha diseñado el siguiente material como parte del proyecto: MEDUSA: Prevención y formación contra la violencia sexual mediante fondos de la Secretaria General de Igualdad y Conciliación, los cuales ponemos a disposición del público. De igual forma puedes dar click en este enlace y encontrarás todo el material para ser utilizado en colegios, instituciones públicas, organizaciones y cualquier persona aliada en nuestra lucha contra la violencia sexual contra las mujeres.