Malvaluna

Nombre del autor:malvaluna

“Mientras más censura hay; el periodismo se vuelve más fuerte”

Lucia Escobar tiene 25 años de ejercicio periodístico en Guatemala, es promotora cultural, editora, escritora y ciudadana comprometida por la visibilización de los derechos de los pueblos indígenas y conservación del medio ambiente. Es hija de una feminista y jueza de familia y un ingeniero civil apasionado de la lectura. Tiene tres hermanas, la mayor; una juez que fue magistrada y también exiliada. Es madre de dos hijos. Ejercer el periodismo la ha conducido, dos veces, a Escobar al camino del exilio. La primera en 2011; estaba al frente de una revista impresa y un programa de radio en Atitlán. Denunció la limpieza social en el Lago Atitlán. Los autores empezaron a hostigarla, le obligaron a dejar el pueblo. En ese entonces, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), le brindó medidas cautelares, mientras los autores de las amenazas fueron condenados a 3 años y 8 meses de prisión. La banda fue desmantelada ese mismo año y sus dirigentes apresados. Su segundo exilio ocurre en octubre de 2023, tras la cobertura periodística en rechazo a Miguel Martínez, exfuncionario de Gobierno de Alejandro Giammattei acusado de corrupción. Transcurridas 24 horas de esa cobertura, recibió un bombardeo de amenazas que la obligaron a abandonar su país, aunque fue acusada de  “incitación al odio” y “crimen organizado”. Más de 20 periodistas se han exiliado de Guatemala en los últimos años, y los que quedan se desarrollan en condiciones de riesgo, las cuales aumentan cuando sos mujer e indígena, destaca Escobar. Desde la campaña: ¡Las defensoras resistimos! del proyecto: Fortalecimiento de la protección y seguridad de personas defensoras de derechos humanos de Centroamérica ejecutado por Malvaluna y financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aexcid), habla con nosotras sobre la situación de los y las periodistas en Guatemala y su realidad desde el exilio y la importancia de que las instituciones que trabajan con personas exiliadas incluyan en sus protocolos perspectivas de género para facilitar el proceso de integración. ¿Cuál es tu valoración sobre la situación actual del ejercicio periodístico en Guatemala? Ahora precisamente estuvo la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) haciendo una visita “in loco” en Guatemala. Se sigue criminalizando periodistas. A muchos periodistas, les quitan la cámara, no los dejan cubrir algunos allanamientos o accidentes, incluso cosas como sucesos (nota roja), de cosas así esenciales, porque en los casos de sucesos los policías siempre están acordonando el área y a veces no los dejan… todas esas condiciones se agravan si sos mujer y si sos indígena. Las periodistas  indígenas sufren muchísima discriminación como que nos les perdonan el hecho que se atrevan a hablar, a denunciar, entonces constantemente están siendo agredidas. ¿Cómo se sobreponen las mujeres en su ejercicio profesional para reivindicar su valor? Lo que puedo percibir es que se están agremiado. Hay una red de periodistas indígenas que están tratando de visibilizar su trabajo y de valorizarlo, que la gente las vea a ellas como una fuente de información. El agremiarse es algo importante. ¿Tiene el Gobierno su propio aparato de divulgadores? El Ministerio Público tiene un “net center” que está documentado. Han salido varios reportajes donde han evidenciado cómo funcionan. En una cuenta muy famosa que se llama “Lord Vader”. Tienen la información directa del Ministerio Público y avisa a quienes van agarrar (detener), o por ejemplo, si van a cancelar la audiencia de (José Rubén) Zamora, (director de El Periódico) lo dice un día antes. Todo lo que sucede con información directa del Ministerio Público. Eso está documentado, no pasa nada porque el ente encargado de investigar es el ente que está haciendo cagadales. ¿Cuál es la actitud de los periodistas frente a este sistema de censura? Yo lo que veo a nivel general, no solo en Guatemala. Es como entre más censura hay el periodismo se vuelve más fuerte, encuentra maneras de seguir haciendo. Creo que afecta en algún tipo de censura, autocensura, la asfixia económica que tienen los medios, pero siento que el periodista sobre todo latinoamericano es resiliente, estamos acostumbrados realmente a trabajar en condiciones muy precarias. Muchos incluso regalamos nuestro trabajo con tal de que salga. Tenemos una noticia no nos va a pagar, pero queremos que salga y la publicamos, aunque eso implique lo que estamos pagando. Creo que el periodismo siempre va a encontrar la manera, somos como la mala hierba que vamos a salir donde sea, pero claro que sí hay una autocensura y sí afecta.    ¿Cómo afecta la autocensura? Yo misma, siempre he sido una persona que ha hablado, que nunca he tenido miedo. Hace siete meses que no quería hablar del tema, no me sentía cómoda de expresar mí opinión, que tenía miedo de las críticas en las redes, que me dijeran que me estoy victimizando. Porque veo como tratan a las otras periodistas que están en el exilio, que les dicen que se victimizan, que se están haciendo millonarias allá, que el dorado exilio. Yo salí sin querer hablar de ese tema, de querer nombrarme exiliada, pasé meses sin atreverme a hablar hasta que me ofrecieron exponer mi caso en la Corte Interamericana (de Derechos Humanos)  que eran dos minutos y pude poner en palabras y hablar de eso, pero nueve meses después me atreví. ¿Crees que la censura hacia los periodistas ha aumentado en los últimos años o han cambiado la forma de presionar? Ha aumentado muchísimo la censura, digamos durante muchos años, de 25 años que llevo de periodista; tal vez 18 años. Yo siempre decía que lo único que había dejado la guerra, el único avance que había en Guatemala era el tema de la libertad de expresión a principio del siglo. La libertad de expresión sí existía en Guatemala. Yo misma tenía una columna en el periódico que la nombró Zamora como la página irreverente, yo hablaba cualquier tema, nunca jamás me censuraron. Es bien importante lo simbólico que, un presidente públicamente diga cosas de los periodistas, que diga que son unos vendidos, que todos no se qué, no se cuanto, todo

“Mientras más censura hay; el periodismo se vuelve más fuerte” Leer más »

Nuevos recursos para la seguridad y protección en la defensa de derechos

La Asociación de Mujeres Malvaluna mediante el proyecto: Fortalecimiento de la protección y seguridad de personas defensoras de derechos humanos de Centroamérica financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (AEXCID) pone a disposición la siguiente documentación: El objetivo que nos planteamos es brindar herramientas de consulta rápida para quienes hacen de la labor de la defensa de los derechos humanos su oficio, profesion y compromiso siendo un porte al trabajo comprometido que hacen las personas defensoras en contextos de alta peligrosidad, persecución y criminalización Esta orientado para que aquellas personas heroínas y héroes anónimos y no tan anónimos puedan -en su día a día- encontrar mecanismos de seguridad y protección para su bienestar físico y emocional, así como de sus familias y entornos cercanos. El diseño de este material ha contado con los relatos de mujeres defensoras de derechos humanos localizadas en Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala que habitan en la zona rural y urbana y que se enfrentan a un sinnúmero de situaciones que – debido a su labor – deben sortear muchas veces en solitario y que en el desarrollo de este proceso han sido anónimas como una forma de protección. Por ello, consideramos vital el diseño de materiales que faciliten herramientas y agilicen procesos en especial cuando la vida esta en riesgo. Gracias por ese trabajo. Puedes descarga los documentos AQUÍ.

Nuevos recursos para la seguridad y protección en la defensa de derechos Leer más »

Mujeres migrantes participan en la defensa de sus derechos

Desde Alianza por la Solidaridad-ActionAid, Malvaluna y el Movimiento de Mujeres Migrantes de Extremadura subrayamos la necesidad de una mayor formación e información dirigida a las mujeres migrantes que residen en Extremadura la comunidad para que sean ciudadanas con plenos derechos. “Estas mujeres se enfrentan a una pérdida de identidad, quedan como en un limbo donde existen barreras institucionales para la regularización, cambios culturales, y también el racismo y la xenofobia, por lo que suelen aislarse y desvincularse del país de destino. Pero son ciudadanas de España y Extremadura, que aportan a este país, a esta región, y es ahí donde debemos fortalecer en el reconocimiento de su ciudadanía”, explica Marta Sánchez, coordinadora de Alianza por la Solidaridad-ActionAid Extremadura. Por su parte, Tania Irías, coordinadora del Movimiento de Mujeres Migrantes de Extremadura, resalta la necesidad de conocer las “reglas del juego del país de destino no sólo para tener acceso a una vida digna y ejercer la ciudadanía activa, sino también para luchar contra los discursos de odio” que permean la vida de cada persona migrante que llega a España. “Frente a los discursos de odio necesitamos que las mujeres migrantes estén informadas; sean conscientes de que migrar es un derecho humano. Que ser migrante no significa que pierdas tus derechos humanos, ni laborales, que hay recursos para luchar contra la explotación laboral y la falta de derechos”, indica Irías. Reconocer el derecho al ejercicio de la ciudadanía Para apoyar a las mujeres migrantes las organizaciones están implementando el proyecto “Ciudadanas: mujeres migrantes participan en la defensa de sus derechos” con la financiación de la Agencia Extremeña de Cooperación al Desarrollo (AEXCID). Este proyecto incluye acciones formativas y participativas en el que ya han participado más de 60 mujeres migrantes residentes en Mérida, Don Benito y Almendralejo, la mayoría provenientes de América Latina y Marruecos. El proyecto también incluye el diseño de una guía de recursos públicos y privados para personas migrantes focalizada en los territorios de Mérida, Don Benito y Almendralejo; así como una campaña de sensibilización sobre el valor de las mujeres migrantes. “El objetivo es el reconocimiento y el ejercicio de la ciudadanía de cada mujer migrante que participa en el proceso; en hacer eco de sus voces y demandas; en buscar soluciones tangibles que las ayuden en su proceso migratorio” dice nuestra compañera Marta Sánchez. Por su parte Irías resalta la barrera del idioma como una de las principales a la hora de acceder a sus derechos más básicos. “Por ejemplo, las mujeres marroquís tienen serios problemas con el idioma a la hora de recibir atención sanitaria, lo que vulnera gravemente sus derechos. Así, un amplio grupo poblacional queda excluido totalmente del sistema, aunque a ojos de la administración no sea tal esa exclusión. No hay quejas por escrito y hasta ahora las mujeres marroquís normalmente piden a otras mujeres que hablen español que las acompañen; esto hace que las mujeres solo acudan al sistema sanitario en casos de urgencia”.

Mujeres migrantes participan en la defensa de sus derechos Leer más »

“Siempre he sido una periodista crítica, independiente del partido de gobierno”, Sandra Sánchez, periodista hondureña.

Estar al lado de quienes oprime y excluye el sistema haciendo eco de sus demandas y elevando sus voces, ha sido el sello personal de la periodista hondureña, Sandra Maribel Sánchez. Una profesional rigurosa en la cobertura de temas como el acceso a la tierra; el medio ambiente; los derechos de las mujeres y los pueblos indígenas; que hace las preguntas incomodas a quienes ostentan el poder, lo que le ha supuesto ser víctima de intento de secuestro, persecución, denuncias jurídicas y hasta el robo de sus computadoras, celulares y disco duro personales y asignados en su trabajo. Ha cumplido 40 años de ejercer el periodismo. Ha dejado huella en la prensa escrita y la televisión, pero su verdadera pasión ha sido la radio. Su empeño por desentrañar la verdad, en un país con corrupción, hacen que su oficio este permanentemente amenazado, pero eso no la inmuta y no cesa en su denuncia contra gobiernos que amenazan la seguridad y protección del gremio periodístico. Desde la campaña: ¡Las defensoras resistimos! del proyecto: Fortalecimiento de la protección y seguridad de personas defensoras de derechos humanos de Centroamérica ejecutado por Malvaluna y financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aexcid), habla con nosotras sobre la situación de los y las periodistas en Honduras. En 40 años de ejercicio del periodismo habrás visto pasar muchos gobiernos, actualmente ¿Cómo es la relación con la Prensa Independiente? Siempre he sido una periodista crítica, independientemente del partido que esté en el Gobierno. Aún en la narcodictadura que se instauró por el Golpe de Estado en 2009, pero ahora que tenemos un gobierno supuestamente  progresista. Yo me encuentro ahora con gente que algún momento fueron “compañeros” y que ahora piensan que no los sos porque sos críticas con el Gobierno. Incluso han sido gente con la que en algún momento estuve en la calle porque me considero una mujer de izquierda, pero no de una izquierda que todo lo tolera y todo lo impone sino de izquierda creyendo que es necesario el debate y pueden haber disensos y que hay que trabajar eso. He tenido algunos eventos, pero como te digo, soy una persona que defiendo mis derechos y mi derecho a la libertad de expresión es esencial. ¿Qué ha significado en tu vida personal esa defensa a la libertad de expresión? Han habido riesgos. He enfrentado querellas, he logrado salir adelante porque cada cosa que digo, que afirmo, trato de tener el sustento sólido, sabiendo que una de las posibilidades que tengo es enfrentar ese tipo de acciones. Pero también en algún momento, amenazas, atentados, el último fue en agosto del año pasado que entraron personas desconocidas hasta mí habitación se llevaron mi computadora personal, la computadora que tengo asignada de la radio, el celular personal y el de la radio; y todavía tuvieron tiempo de buscar un disco duro externo donde guardaba información relevante que quería conservar. Fue una invasión a un espacio demasiado íntimo, ni siquiera pude ver el rostro de quienes lo hicieron porque creo que rociaron un gas. Me desperté porque me ardía mucho la garganta, me provocó una reacción, mis dos hijos, que es mi familia más cercana, son temas que hemos discutidos durante mucho tiempo: los riesgos que se corren cuando haces un periodismo independiente, tienen que estar preparados para lo que sea aunque la familia nunca termina de asumirlo; es que una de las posibilidades es que te maten, te encierren, pero ahí vamos tratando de tener siempre por delante el compromiso que el periodista debe tener por el país y con la gente. ¿Denunciaste el hecho?, ¿hay investigaciones? Yo no hice denuncia. Porque primero no creo en quienes están al frente. Primero de  los órganos de investigación, y luego de persecución penal porque mis sospechas están centradas en la misma gente que pertenece al mismo aparato de seguridad del  Estado. Para no exponer a mis hijos a más de lo que están expuestos, por ser mis hijos tome la decisión de no hacer una denuncia pública ni tampoco acudir a una instituciones del Estado, pero existen en el país una Red de Defensoras de Derechos Humanos que son de toda mí confianza y a quienes he acompañado también en la labor que hacen, que inmediatamente vinieron a mí cuando supieron y les advertí de lo que me había pasado y ellas han hecho una labor de contención y de acompañamiento. ¿Cómo es la situación de los periodistas en Honduras? El gremio es muy diverso. Es que hay mucha gente que acompaña al Gobierno. Es un Gobierno de un partido que se construyo con personas que estuvieron en la resistencia con el Golpe de Estado. Ahí hay muchos actores sociales que en el pasado fueron críticos y demandantes de los otros gobiernos, entonces la situación es muy compleja. A diferencia de Nicaragua donde claramente se ve al autor contra la libertad de expresión; en el caso de Honduras no necesariamente siempre vas encontrar a alguien que represente al Estado, al Gobierno, que aparente ser la persona que limite la libertad de expresión, entonces hay un juego político. Publicas algo y te cae el montón de gente cuestionándote, denigrándote y no sé qué más; tanto que, en algún momento, he optado en no hacer uso intenso de las redes sociales, para no tener que exponerme a eso innecesariamente. ¿Ha habido cambios en la forma de reprimir al periodismo independiente? Este gobierno ha optado un poco más por unos medios grandes que te califican de golpistas. Ha invertido en muchos espacios publicitarios que no se reflejan como un anuncio sino que prácticamente obligando a que el medio invite a funcionarios de gobierno a participar en sus programas. Eso es más peligroso porque cuando vos ves el anuncio del gobierno tenés la posibilidad de rechazarlo porque es una publicidad oficial, pero cuando son comparecientes a un programa y solamente van ellos, y no hay alguien que pueda contraponerlos, ahí hay un peligro más grande. Lo otro es que los medios que deberían ser

“Siempre he sido una periodista crítica, independiente del partido de gobierno”, Sandra Sánchez, periodista hondureña. Leer más »

Recomendaciones para la mejora de la asistencia a mujeres víctimas de violencia sexual

La Asociación de mujeres Malvaluna pone a disposición el siguiente recurso que ofrece herramientas para una adecuada asistencia para las víctimas de violencia sexual, la cual requiere no solo de conocimientos jurídico – procesales adecuados, pues aun siendo estos imprescindibles si los mismos no son interpretados y aplicados desde una perspectiva de género los resultados finales pueden resultar insatisfactorios para la víctima. El documento en este LINK para descarga. La publicación de este documento ha sido posible con el financiamiento de los fondos de PACTO DE ESTADO – Modalidad B de Atención a la Violencia de Género mediante la Secretaría General de Igualdad y Conciliación de la Junta de Extremadura.

Recomendaciones para la mejora de la asistencia a mujeres víctimas de violencia sexual Leer más »

MALVALUNA mantiene formaciones contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual desde un enfoque de género

Por más de 30 años la Asociación de Mujeres MALVALUNA ha trabajado en la erradicación de las violencias machistas, siendo la Trata de Mujeres una realidad de violencia que sitúa a las mujeres y las niñas en condiciones de explotación y servidumbre, es así que mediante el financiamiento del Instituto de las Mujeres de Extremadura (IMEX) mantiene procesos de atención, prevención, sensibilización y formación en la comunidad de Extremadura. Durante el 2024 no ha sido la excepción, y se han organizado dos formaciones en torno a La trata de mujeres con fines de explotación sexuada desde un enfoque de género y crítico de derechos humanos, de la cual se ha realizado una edición general en el mes de mayo y ahora se ha convocado a una especifica sobre la trata en la red y conflictos armados. Alicia Ledesma, Técnica de Igualdad de Malvaluna, comenta que la formación “ha tenido una gran acogida en el que se han apuntado un total de 109 personas”, por lo que considera que “existe un mayor interés en esta materia” y se evidencia en el incremento de las inscripciones. “Ha aumentado casi 20 personas en un año y en apenas un par de días en el curso hemos recibido un total de 66 inscripciones”, explica. En las formaciones “hay un especial interés de mujeres (94% mujeres y 6% hombres) de diferentes comunidades autónomas entre las que predomina Extremadura con un total de 90 inscripciones (76,9%) seguido de Andalucía con 12 (10,3%) y la Comunidad de Madrid con 5 inscripciones (4,3%)”. El rango de edad mayoritario es entre 30 hasta 35 años; seguido de 25 – 30 y 40 – 45 años. El perfil profesional de las personas apuntadas atiende a ocupaciones o estudiantado relacionado con ámbitos sociales, promotora de igualdad y personas relacionadas al sistema judicial. “La transcendencia el curso principalmente es realizar un primer aprendizaje básico en materia de trata de personas y trata de mujeres con fines de explotación sexual para comprender mejor qué es este fenómeno y cómo ha ido evolucionando con el tiempo. También es importante conocer la relevancia que tiene actualmente en el mundo y como se adapta a cada época. Entender que la trata es un hecho que sucede en todas las partes del mundo, pero con más incidencias en algunos territorios nos permite poner el foco en la importancia de la sensibilización y la prevención de la misma”, afirma Ledesma. Por ello, Malvaluna mantiene entre sus ejes estrátegicos de trabajo la trata como un problema que urge de respuestas institucionales, acciones colectivas e individuales. Malvaluna también forma parte de la Mesa contra la Trata de Seres Humanos y forma parte de la Elaboración del Protocolo Regional de trata junto con otras asociaciones.

MALVALUNA mantiene formaciones contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual desde un enfoque de género Leer más »

“No decidimos ser activistas, la propia historia te lleva a organizarte”, Sara Álvarez, defensora guatemalteca en España

Sara Beatriz Álvarez Medrano, es una mujer maya k’iche’ de Guatemala. Tiene 46 años, y es la menor de 8 hermanos.  A Sara cuando se le pregunta sobre el punto en su vida que la ha llevado a la defensa de derechos, siempre se remonta a su niñez marcada por el genocidio que se vivió en Guatemala. Sus padres fueron perseguidos por ser catequistas. Su defensa para mejorar la vida de los pueblos indígenas y las mujeres esta marcada por su desplazamiento de las montañas del Quiché a la Ciudad de Guatemala. En ese territorio, Sara vive la discriminación por su identidad indígena y focaliza las desigualdades. Recuerda que no podía usar su ropa tradicional y tampoco hablaba su lengua materna en los espacios públicos. Por lo que activa sus defensas tratando de pasar desapercibida, y de parecer “ladina” o mestiza. En silencio resistía. Al ser la menor de 8 hermanos, siguió el ejemplo de sus hermanas mayores encaminadas los movimientos feministas. Ahí, escuchaba explicaciones de las problemáticas sociales, emocionales y políticas desde otra perspectiva. Por lo que cuando se graduó del bachillerato fue directo a trabajar con los movimientos sociales feministas. Antes, junto a su familia, reivindicó su identidad vistiendo trajes tradicionales en su acto de graduación. Aunque no se considera una activista, explica que en Centroamérica, no hay opciones porque “la propia historia te lleva a organizarte”, y en su caso lo ha hecho como socia fundadora de Mujeres Mayas Kaqla, un grupo indígenas que apuestan por el fortalecimiento de la autonomía y bienestar de las mujeres mayas y sus pueblos, una de sus herramientas la sanación de las violencias, opresiones y el racismo. Es terapeuta social, trabaja con espacios plurales, desarrolla metodologías de trabajo colectivo y está radicada actualmente en Asturias, España. Se trasladó a vivir con su pareja y ahora trabaja con organizaciones diversas en el territorio Español. Parte de sus procesos de sanación pasa por despojarse de la internalización de las opresiones que le brinda la oportunidad de narrar y escribir su propia historia. Su vida personal se somete a debates y cuestionamientos al ser una mujer indígena que vive con una  europea en tierra de colonizadores, que solo a través de terapia y trabajo espiritual desde su cosmovisión ha encontrado un punto de equilibrio y armonía. Desde la campaña: ¡Las defensoras resistimos! del proyecto: Fortalecimiento de la protección y seguridad de personas defensoras de derechos humanos de Centroamérica ejecutado por Malvaluna y financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aexcid), nos cuenta sobre el trabajo de acompañamiento a mujeres que han migrado desde una perspectiva del autocuidado y cuidado colectivo  y el reconocimiento de actoras de nuestras propias vidas. ¿En qué condiciones encuentras a las mujeres con las que trabajas? Es muy diverso, pero lo primero que encuentras son personas migrantes que han venido a trabajar en temas de cuidados. Viven en unas condiciones muy duras. En todos los lugares donde se puede aprovechar, la  gente se aprovecha, porque no tienen contratos, los horarios, hay unos temas de explotación laboral y también unas condiciones que el país permite. Porque no permiten regularizarse hasta después de tres años, tienen que trabajar irregulares mientras están aquí. Luego encontré, otros procesos migratorios que me parecen más difíciles todavía que es la gente que fue expulsada de su país, Nicaragua o Colombia que han tenido que migrar forzosamente. Esa migración me parece muy dura y compleja . Eres expulsado. Tú no vienes, ni preparada, ni decidida, vienes porque te echan. Me parece muy dura esa migración. Esto por Latinoamérica, pero también hay árabes, senegalés, aquí se nos amplía un poco la migración que hay aquí y la diferencia de dónde migras. Estos son actos racistas que a veces pareciera no somos conscientes de ese sistema, ¿es así?, ¿Con qué te has encontrado? Depende, porque yo trabajo con organizaciones que trabajan con educación para la transformación que trabajan aquí en España. La gente que está metida en esos procesos sí que tienen una conciencia, de que sí tienen ese proceso racialización y la geopolítica del cuerpo, la geografía de dónde tú vengas, marca tú estatus quo. Que no se ha profundizado y que hay mucha tela que cortar. Sin embargo, que hay otro grupo de gente que sienten pero no lo explicitan, todavía no hay una conciencia o no saben cómo nombrarlo. Se siente la desigualdad, la exclusión sin embargo, no se tiene todo el análisis de la imbricación de las opresiones que se viven por migrante, mujer, indígena, negra, disidente sexual o de género, con estudios formales que no se validan, la edad, etc., ésta complejidad del estatus quo, es compleja y falta mirarlo desde la diversidad de migrantes que somos y cada una ha tenido su propio trayecto. Hay una frase muy dura que como mujer migrante he escuchado y quizás hasta la he repetido: “No hay peor enemigo de una migrante que otra migrante, ¿es una falacia o tiene algo de verdad? He escuchado que es así , yo no lo he experimentado. Pero muchas de las compañeras migrantes en Asturias, ellas lo dicen. Es más, entre nosotras mismas mujeres migrantes que se viven situaciones de violencia, inferiorización entre nosotras, por eso es tan importante los espacios colectivos de reflexión porque desde mí mirada de terapeuta tiene que ver desde la mirada de la internalización de las opresiones, mientras más violencia has vivido, hay una reproducción de la misma. Los procesos de sanación son importantes porque nos ayudan a despojarnos de lo internalizado, y generar nuevas maneras de relacionarnos y vivir. Es por eso entonces que se suele justificar las acciones racistas de una persona autóctona frente a una migrante. Es complejo, pero tal vez tiene que ver con que yo internalizo al opresor pensando que valgo menos. Entre latinoamericanos a la par mía valen menos y los otros valen más. A quién puedo dañar,  ¿Quién está más o menos como yo?. En cambio, con el otro ni me meto.  Esto no está

“No decidimos ser activistas, la propia historia te lleva a organizarte”, Sara Álvarez, defensora guatemalteca en España Leer más »

¿Cómo es posible que no baje (la trata) en una sociedad comprometida con la igualdad como la nuestra?, se pregunta la filósofa Ana de Miguel

La filósofa y feminista española, Ana de Miguel, una vez más compartió con la Asociación de Mujeres Malvaluna, durante el Seminario Formativo sobre pornografía y educación sexual en torno a la pregunta ¿Puede el sexo legitimar la humillación y violencia? en torno al que que nos brindó nuevos enfoques y premisas que nos ayudan a sostener nuestra postura abolicionista de la prostitución que es el camino hasta la trata de mujeres en España y el mundo. Esta acción se ha hecho recurrente en Malvaluna como un espacio para actualizarnos sobre los últimos estudios, investigaciones y enfoques referentes a la violencia de género y la búsqueda de la igualdad entre mujeres y hombres. Y sobre todo para compartir con nuestras compañeras feministas abolicionistas que están cada día trabajando por más derechos para las mujeres. Este Seminario Formativo forma parte del proyecto “La trata de mujeres con fines de explotación sexual desde un enfoque de género y crítico de Derechos Humanos” financiado por el Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEX) y se hace también paralelo a un curso online que Malvaluna viene desarrollando desde el 02 de mayo de 2024. Puedes degustar toda la ponencia de Ana de Miguel en el siguiente video de Youtube.

¿Cómo es posible que no baje (la trata) en una sociedad comprometida con la igualdad como la nuestra?, se pregunta la filósofa Ana de Miguel Leer más »

“Me tocó reconocer muchas cosas que no le había puesto nombre”, Fernanda Callejas, defensora nicaragüense, exiliada en España.

En 2018, María Fernanda Callejas, joven nicaragüense llegó a España, al igual que muchas integrantes del tejido social de ese país centroamericano, que salieron en busca de protección frente a un gobierno autoritario que persigue, asesina y encarcela a cualquier voz disidente dentro del país que se atreva a defender los derechos de la ciudadanía. Su participación en las protestas pacíficas de abril de 2018 en Nicaragua, que desataron una sangrienta represión a manos de policías y grupos paramilitares con un saldo de 355 jóvenes estudiantes asesinados, la obligó a salir del país. En su natal Matagalpa, donde abrazó el feminismo a muy temprana edad, se organizó para participar en las movilizaciones ciudadanas. Su papel como punto de acopio y movilización de ayudas a familias de personas presas políticas y estudiantes la colocó en la mira de fuerzas paramilitares de su barrio, por lo que migró primero de su casa y luego del país.  Salió en busca de paz, seguridad y tranquilidad y en Diciembre de ese mismo año (2018) llegó a España. Poca paz encontró frente al racismo institucionalizado que condena a la pobreza y exclusión social a las personas migrantes que se atreven a llegar a este territorio. Callejas integra el grupo promotor de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) Regularización YA que aspira a lograr la regularización de medio millón de personas migrantes que residen en España. Es parte de la Red de Mujeres Migradas y Racializadas de Euskal Herria, así como periódicamente colabora con otras organizaciones autogestionadas del Movimiento Antirracista de País Vasco y Feministas por Nicaragua. Desde la campaña: ¡Las defensoras resistimos! del proyecto: Fortalecimiento de la protección y seguridad de personas defensoras de derechos humanos de Centroamérica ejecutado por Malvaluna y financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aexcid), nos cuenta sobre su exilio y las nuevas luchas que lidera en España. Decís que no te definís como defensora, ¿se puede decir que sos reaccionaria a las desigualdades en la sociedad? Soy una persona que es muy consciente de lo que significa la palabra igualdad, no sé cuántos años utilice la palabra solidaridad como contraseña para todo, por eso me nace del colectivo. No es por ejemplo, ir a repartir comida; ir una vez al año a las cárceles, que también lo hice. Pero para mí no era eso. Creo más en la comunidad, en una ciudadanía responsable.  Creo que mi encule (pasión) siempre ha sido con las mujeres nicas, y por exigir que la vida sea digna para todas. Eso de feminista lo veo como muy académico, blanco Europeo. ¿Qué significa para una mujer nicaragüense ser defensora en su territorio? Viendo al pasado, yo creo que las mujeres nicaragüenses que han pasado por mí vida de una u otra manera en su mayoría han sido defensoras. Las mujeres de comunidades recónditas al norte de Matagalpa sabían más de defensa de su cuerpo, de su territorio y de su vida, que muchas de las que llegábamos a dar los talleres de la Ley contra la Violencia (Ley 779). Yo creo que esas mujeres, pueden tener mucho más de lo que la agenda feminista creía que teníamos que hacer.  Desde el momento que una mujer está en un territorio tan hostil, te convertís en guerrera sí o sí. Incluso estando aquí los derechos son muy importantes que muchas veces no se toma en cuenta desde las agendas de Centroamérica, los derechos de las mujeres y de los nicaragüenses no solo se defienden en Nicaragua. ¿Qué representó en tú vida esa línea defensora y feminista? En Nicaragua, más en mí pueblo, era como muy difícil, porque había como un modelo de ser niña. Era eso de que si te daban permiso de asistir a una fiesta, tener amigos, saber de sexualidad, de conocer tu cuerpo, eras como una fruta mala, podrida, que no servías. Era como que a vos nadie te va a tomar en serio. Mucho prejuicio, que al final para mí era una batalla constante. Por otro lado, querer encajar para que todo fuese más fácil, pero al final, siempre me ganaba el no seguir lo que me decían que tenía que hacer, porque eso que me decían que tenía que hacer, eso me lastimaba mucho, no me reconocía como una figura que valía, sino como una mujer de segunda clase. Luego me he dado cuenta que es racismo puro y duro. Pero en ese momento yo no le ponía nombre. ¿Qué ha sido lo más difícil de tu proceso migratorio? Extraño todos los días a Nicaragua. Aunque ahora veo mí raíz y la veo más larga, está pegada allá y llega hasta aquí.  Lo más duro ha sido, ver morir a una versión mía, que me costó construir, porque a como te decía que no fue fácil crecer en el feminismo. Tenía que renunciar a mí familia, a aislarme, a estar sola, entre los parámetros que mí familia quería que yo fuese. Incluso no podía estar con los hijos de mí prima porque como no tengo hermanos, pues son como mis sobrinos. Me miraban como una mala influencia. Yo había pasado todo eso, porque había demostrado mi valor. Ya tenía trabajo, era independiente, vivía sola, estaba pagando mí propia casa.  Esa realización de éxito que te vende el capitalismo, estaba un poco avanzado y luego venir a comenzar de cero e incluso no ser reconocida como ciudadana. Eso fue muy duro el darme cuenta que por ejemplo el feminismo de aquí o el feminismo blanco que yo encontré era bastante instrumentalizador, súper capacitista, me infantilizaba un montón porque lo que hice fue buscar espacios feministas, porque dije por lo menos por un lado vamos a empezar. ¿Qué encontraste en esos espacios feministas? Me fui a un colectivo que se supone que era una referencia de mujeres migradas y racializadas, pero la mayoría eran mujeres blancas, eran así como buenistas. Me convertí en un blanco fijo para los másteres de la UPV de género, me hacían un montón de entrevistas, yo iba toda super ilusionada creyendo que iba a encontrar una red, pero

“Me tocó reconocer muchas cosas que no le había puesto nombre”, Fernanda Callejas, defensora nicaragüense, exiliada en España. Leer más »

Recursos informativos contra la violencia sexual a disposición para el trabajo preventivo

La violencia sexual se caracteriza por el fenómeno del iceberg, es decir, que existe toda una base oculta de tipos de violencia sexual y sobre todo datos entorno a la misma creando una cifra oculta entorno a la violencia sexual debido a la dificultad en la denuncia. Además, el hecho de que gran parte de los delitos sexuales de menor gravedad no se reporten en las encuestas de victimización y de que, además, un porcentaje importante (en promedio, un 60,4%) de las víctimas de violación no identifican la experiencia vivida como un delito de esa naturaleza, confirman que la prevalencia de la violencia sexual y nuestro conocimiento sobre el alcance real del problema están notablemente subestimados. En los últimos años las noticas se han hecho eco de las nuevas formas y métodos usados para ejercer violencia sexual, mostrando así su mutabilidad a lo largo del tiempo y el aumento exponencial de la violencia sexual, en este caso nos centraremos en: la sumisión química, las agresiones grupales y la violencia sexual digital. – Se ha detectado una tendencia al alza de los casos de agresiones sexuales en grupo, pasando del 2,1% a un 10.5% en la última década. – El 100% de agresiones sexuales múltiples conocidas desde 2016 fueron perpetradas por grupos de varones. Las víctimas eran mujeres o niñas en el 96,7% de los casos (204 de las 211 agresiones). – El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses “constató” 3.001 agresiones sexuales en 2021 de las cuales se analizaron 994 y el 72 % dio positivo en encontrarse bajo sumisión química. Según los datos recogidos en el último informe del Observatorio de Violencia Digital, se han detectado 754 casos de violencia digital en el ámbito nacional. El sexting sigue siendo el delito mayoritario, seguido del ciberacoso, la publicación sin consentimiento de datos personales, imágenes y/o videos y el control y acceso a dispositivos tecnológicos, redes sociales y correo por parte de parejas. Estas situaciones nos obligan como trabajar en la información, sensibilización y formación contra las violencias machistas digitales por lo que la Asociación de Mujeres Malvaluna ha diseñado el siguiente material como parte del proyecto: MEDUSA: Prevención y formación contra la violencia sexual mediante fondos de la Secretaria General de Igualdad y Conciliación, los cuales ponemos a disposición del público. De igual forma puedes dar click en este enlace y encontrarás todo el material para ser utilizado en colegios, instituciones públicas, organizaciones y cualquier persona aliada en nuestra lucha contra la violencia sexual contra las mujeres.

Recursos informativos contra la violencia sexual a disposición para el trabajo preventivo Leer más »

Scroll al inicio
Ir al contenido