En lusoga, idioma local ugandés, ABAWALA significa “NIÑAS”, palabra que identifica a este proyecto titulado «ABAWALA: The future is female», que trabaja con las niñas y madres jóvenes de zonas rurales de Uganda, al considerarlas el futuro de la sociedad, en un país con uno de los porcentajes más altos de población joven del mundo, en parte debido a las altas tasas de embarazos adolescentes.
Esta problemática es más extrema en zonas como la región de Busoga, con un mayor índice de pobreza y menos cobertura de las entidades gubernamentales, por lo que las acciones del proyecto se centran en los distritos de Jinja y Luuka de la mano de las organizaciones PECA Women & Children Foundation y WIPE (Women Initiatives In Poverty Eradication).
«El proyecto pretende erradicar la violencia sexual y los embarazos adolescentes, así como sus consecuencias agravadas por la pandemia COVID-19 contribuyendo a la igualdad de oportunidades y a la reducción de las discriminaciones de género en zonas rurales del este de Uganda», Meritxell Prats Queralt, expatriada en Uganda.
LAS ACCIONES PARA EL EMPODERAMIENTO
Para alcanzar los objetivos, Fundación Mujeres ha identificado que la primera acción es crear una conciencia de derecho debido a que muchas de «sus tradiciones» atentan contra los derechos de las mujeres contemplados en las legislaciones de Uganda.
«Una parte es por la falta de recursos gubernamentales, pero también las normas sociales hacen que la violencia no se identifique como un problema, es decir que las mujeres no conocen sus derechos y no saben identificar la violencia, pero tampoco conocen los mecanismos para denunciarla ante la ausencia de entidades del Estado», dice Carmen Guerrero Monge, Técnica en sede de Fundación Mujeres.
Para ello, el proyecto apunta a tres grandes resultados:
Fortalecer las capacidades y habilidades profesionales de las madres jóvenes, para promover y mejorar sus medios de vida y autonomía económica.
Fortalecer los conocimientos de niñas y madres jóvenes para la prevención de la violencia de género y la defensa de sus derechos.
Reforzar las capacidades comunitarias e institucionales para la promoción de la igualdad de género y los derechos sexuales y derechos reproductivos.
Específicamente se persigue: promover el efectivo cumplimiento de los derechos humanos de niñas y madres jóvenes de zonas rurales de la sub-región de Busoga, mediante el impulso de sus medios de vida y la sensibilización comunitaria.
Este trabajo se está realizando de forma directa con 180 mujeres, madres adolescentes, que están participando en formación financiera y profesional para alcanzar la sostenibilidad económica; el conocimiento de sus derechos; y el acercamiento a los sistemas de gobierno locales a diferentes escalas.
«Esta experiencia de expatriada nos permite estar día a día con las socias locales y trabajar cara a cara con las personas. Tener esta interacción directa con las personas que están en el terreno nos permite trabajar de forma conjunta, conocer las beneficiarias, ver como se implementa y nos ayuda a entender la situación en Uganda», explica Prats Queralt.
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Este texto ha sido elaborado como parte de la campaña #DerechosParaTodas que promueve la agrupación Feministas Cooperando desde el proyecto: “Construyendo cooperación descentralizada feminista en Extremadura” financiado por la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aexcid).